jueves, febrero 28, 2008

No es esta
la noche
de mi olvido.

Las tumbas
con mi nombre
son tantas
que no las veo.

Todo
está
tan
negro.

Quizás
no deba decir mucho,
hay gente
que sigue mis palabras.
Condenas
para los inútiles
que no dicen
nada.

Salvo,
quizás,
dos oraciones,
un verso roto,
muerto.
Patalea de dolor.

No me voy a detener.
Hay fotos
que esperan
por mi,
quieren
ser tomadas.
Como todo,
nadie
soporta el anonimato.

Todos lo saben.

Nadie lo inventa.